¡Ve lento!

Si te regalara una copa del mejor vino del mundo, la más exclusiva, esa que solo podrás tomarte 1 sola vez en tu vida sin importar el dinero que tengas… ¿Te la tomarías rápido o despacio? 

Entiendo que el camino de cada persona es diferente y, aparentemente, hay personas que llegan a sus metas muy rápido, mientras que a otros les cuesta mucho más trabajo y tiempo llegar. Pero, para empezar, ¿llegar a dónde?, ¿cuándo es muy tarde? Y lo más importante, ¿por qué queremos llegar?

¿Es tu destino terminarte la copa de vino lo antes posible? Seguro que no, lo gozoso de esta experiencia es poder disfrutarla, explorar todos sus sabores, ver cómo va cambiando con aire o temperatura, y lo mismo pienso del éxito; aunque nos han contando que es una meta al final de mucho trabajo, yo creo que el éxito es caminar feliz y con zapatos cómodos (pero que te hagan sentir segura) con paso firme, sin importar la cantidad de dudas que haya detrás de cada uno y con la mirada puesta hacia enfrente, no hacia los lados. Agradecer el pasado, respirar el presente y visionando el futuro. 

Analizar el camino ajeno es parte de nuestro día a día, más cuando somos emprendedores. Sin embargo, debemos lograr abrazar los logros ajenos, hacerlos parte de nosotros pero de una manera sana: que nos construya, no que nos frustre, no que nos haga sentir fracasados o lentos, sino que podamos aprender y compartir la alegría. 

Crecer y evolucionar todos los días, cambiar de nivel, abrir puertas, ir construyendo poco a poco nuestros sueños, incluso caerse y fracasar es parte de la vida, de nuestro camino de éxito, de bienestar y de miles de posibilidades. 

Emprendedora, ¡no tengas miedo de ir lento! Solo así vas a lograr tomar mejores decisiones. Y hazlo sobre todo, porque no hay nadie más que vaya a recorrer el mismo camino que tú, y solo lo harás una vez. Cada camino es como ese vino que solo tendrás la oportunidad de saborear UNA VEZ en tu vida, hazlo lento y disfrútalo.

Desmitifiquemos la velocidad de la vida y los ritmos apabullantes, permitámonos sentir cada momento. Amar la trama más que el desenlace.