5 cosas inimaginables que dañan la piel

La piel es el órgano más grande del cuerpo humano y necesita ser cuidada adecuadamente para mantenerse sana. Hay varias cosas que pueden dañar la piel, y es posible que estés haciéndolas sin imaginar el daño que pueden causar a mediano o largo plazo. A continuación, te contamos algunos de esos errores fatales:

La exposición excesiva al sol sin protección solar puede tener efectos negativos en la salud de nuestra piel. Lo común es que si vamos de vacaciones, sea el momento en el que nos cuidamos del sol y apliquemos protector solar. SIN EMBARGO, ES SUMAMENTE IMPORTANTE APLICARLO DIARIAMENTE Y RETOCARLO MÍNIMO CADA 3 O 4 HORAS. Los rayos UV pueden causar envejecimiento prematuro de la piel, manifestado en arrugas, manchas y pérdida de elasticidad. Recuerda que la protección solar debe ser adecuada para cada persona, teniendo en cuenta el tipo de piel, el tono y la sensibilidad.

La falta de sueño. ¿Sabías que durante el sueño es cuando se lleva a cabo gran parte del proceso de regeneración celular? Por lo tanto, cuando no se duerme lo suficiente, la piel no tiene tiempo para recuperarse adecuadamente, lo que puede llevar a una serie de problemas como la aparición de ojeras, una piel opaca y sin brillo, acné, brotes de irritación, arrugas y líneas finas más pronunciadas, y deshidratación de la piel.

Los niveles altos de estrés pueden desencadenar problemas de piel como el eczema y la psoriasis. Por lo tanto, es importante mantener un equilibrio emocional, laboral y de cuidado personal, y asegurarse de dormir lo suficiente para que la piel pueda cumplir con su función de proteger el cuerpo y mantener su salud en óptimas condiciones.

No desmaquillarse. Dormir maquillada es uno de los peores errores que puedes cometer. Durante la noche, nuestra piel y todo nuestro cuerpo se regeneran, y si duermes maquillada impides que el proceso adecuado de regeneración se lleve a cabo, ya que los poros están obstruidos con sustancias y texturas. Esto puede ocasionar acné, problemas de irritación, sensibilidad, resequedad, aparición de granitos o manchas y otros problemas derivados de la mala oxigenación, vellos o pestañas enterradas (en zona ocular), infecciones oculares, espinillas, entre otros.

No tomar suficiente agua. El agua es un componente mayoritario de nuestra piel, por lo que si el consumo es mínimo, se puede reflejar rápidamente en una piel opaca, deshidratada, acartonada y con líneas de expresión prematuras.

Por último, te aconsejamos siempre lavar tu rostro al despertar y antes de dormir, utilizar los productos adecuados para tu tipo de piel, acudir a tu limpieza facial cada mes para eliminar toxinas y consultar a tu cosmetóloga experta ante cualquier duda.

Steffy G.O.