Conectando con tu niña interior

Hace poco vi una de mis películas infantiles favoritas con mis hijo. Les contaba lo que significaba para mí que mi mamá nos llevara al cine y toda la aventura que significaba ser una chiquita, a lo que me preguntaron: “Mami, si volvieras a ser niña, ¿qué harías? ¿Cuál era tu juego favorito?” Me quedé emocionada pensando en esos momentos y con la reflexión de qué tan conectada con mi niña interior estoy. 

Como especialista en conductas, sé que muchas de las formas en cómo pensamos, decidimos y actuamos, las hacemos con base en las experiencias que tuvimos cuando íbamos creciendo. Las experiencias que viviste durante las distintas etapas de tu vida, especialmente cuando fuiste niña y durante la adolescencia, forman parte de tu niña interior. Todo esto se encuentra grabado en tu subconsciente y te hace actuar de determinada forma, ya sea que te limite o te anime; esto va dejando un rastro denominado patrones de conducta, que hace que te mantengas viviendo experiencias similares a las que familiarmente has vivido a lo largo de tu vida y que no necesariamente son lo que deseas en tu vida.

Para conectar con tu niña interior y comenzar a romper estos patrones de conducta y empezar con unos nuevos, te dejo estos 5 ejercicios prácticos que te permitirán acercarte a tu niña interior, liberar tu magia y adueñarte de tu poder. 

1. Recuerda cómo eras de niña y lo que querías

Atrévete a hacer un ejercicio de introspección y recuerda cómo eras de niña, los programas que te gustaban, a qué te gustaba jugar. Con esto traerás a tu mente aquellas memorias que tenías guardadas en un cajón. Parte inicial del proceso es recordar quién eras y a dónde creías ir y escribirlo a detalle. 

2. Agradece al pasado y déjalo ir

Para dejar salir a tu niña interior es importante sanar las heridas, dejar atrás viejos resentimientos y enojos. Mi abuela decía que debíamos dejar de rascarnos las costras para sanar y seguir adelante, quizás sea algo difícil, pero es indispensable aprender a perdonar para avanzar. Y recuerda, tu pasado no determina tu futuro.

3. Cúmplete ese sueño

¿Qué es aquello que siempre quisiste hacer pero dejaste atrás? Si dentro de tus deseos estaba ser el mejor chef del mundo o rescatar a todos los perritos de la calle, anímate a ir por ello. Pregúntate por qué lo dejaste y por qué no lo has hecho. Nunca es tarde para cumplir tus sueños. Ahora toma una acción inmediata en cuanto recuerdes este sueño, algo que te acerque. Inscríbete a un taller de cocina o colabora con una asociación de cuidado animal.  

4. Vuelve a jugar

El juego es algo que como seres humanos tenemos dentro. Nuestras habilidades lúdicas pueden estar muy despiertas cuando somos niños y a medida que crecemos, van cambiando o dejando de ser prioridad. Jugar con otros niños nos ayuda a reforzarlas y a dejar salir ese niño que tenemos dentro. Anímate a jugar con tus hijos, sobrinos o primos, ensúciate, brinca, ríe, deja de “adultizarte” un rato, te vas a divertir mucho.

5. Permítete disfrutar la magia del todo

Los niños tienen esa genuina capacidad de asombro con aquello que ven, desde una simple gota de lluvia hasta las olas del mar. Date permiso de ver que la magia es real, que todo y todos tenemos magia, principalmente tú.

Por último, quiero que esta semana te regales un momento cada noche antes de dormir y antes de cerrar tus ojos te imagines que estás arropando a tu niña interior y quiero que le preguntes, ¿qué fue lo más grandioso de su día? ¿Qué aprendió de ella misma? Y, ¿qué le dirías antes de darle un beso de dulces sueños?

Si estás interesada en vivir tu proceso de transformación de mi mano, contáctame a través de mis redes sociales 

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