La Cirugía del Futuro: La Cirugía Robótica en México
SaludPor: Dr. Carlos Eduardo Alcivia
La cirugía robótica es una tecnología que ha revolucionado la práctica ginecológica en México. Con una historia que se remonta a principios de los años 90 en Estados Unidos y al desarrollo del primer robot cirujano en 1983, esta tecnología ha sido adoptada por un número creciente de hospitales y clínicas en el país, redefiniendo el futuro de la cirugía.
El primer robot cirujano del mundo, llamado “Arthrobot”, fue desarrollado en 1983 en Vancouver, Canadá. Diseñado por un equipo liderado por el Dr. James McEwen y Geof Auchinlek, en colaboración con el cirujano ortopédico Dr. Brian Day, “Arthrobot” fue creado para realizar operaciones de ortopedia y traumatología con mayor precisión y control. Durante los años 90, la NASA, el Jet Propulsion Laboratory y emprendedores privados fundaron la empresa RAMS (Robot Assisted Micro Surgery), que comenzó a desarrollar la tecnología de cirugía robótica.
En el año 2000, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de los Estados Unidos aprobó el sistema quirúrgico da Vinci, que se ha convertido en el líder mundial en cirugía robótica. Este sistema, compuesto por brazos robóticos equipados con instrumentos quirúrgicos y una cámara de alta definición, permitió a los cirujanos realizar operaciones complejas con mayor precisión y control.
La aplicación de la cirugía robótica en ginecología ha crecido significativamente en las últimas dos décadas. Los procedimientos que solían ser invasivos, como histerectomías y miomectomías, ahora se pueden realizar de manera mínimamente invasiva, reduciendo el trauma quirúrgico y acelerando la recuperación del paciente. La capacidad de realizar movimientos precisos y controlar los instrumentos quirúrgicos con exactitud milimétrica ha hecho que la cirugía robótica sea especialmente útil en ginecología.
México ha seguido de cerca estos avances tecnológicos. La introducción de la cirugía robótica en el país se produjo en la primera década del siglo XXI. En 2002, el Hospital Ángeles del Pedregal en la Ciudad de México fue el primer centro en México en implantar la tecnología de cirugía robótica. En 2005, la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) instaló su primera unidad de cirugía robótica, y en 2010, la Clínica Santa María en Guadalajara fue el primer centro en Jalisco en adoptar esta tecnología.
Según datos del Colegio Mexicano de Obstetricia y Ginecología (CMOG), más del 50% de los hospitales y clínicas del país cuentan con una unidad de cirugía robótica, la mayoría ubicados en la Ciudad de México y el Estado de México.
La cirugía robótica ha tenido un impacto notable en la práctica ginecológica en México. Procedimientos como la histerectomía, la resección de miomas y el tratamiento de la endometriosis se han beneficiado de esta tecnología. Los beneficios incluyen incisiones más pequeñas, menos dolor postoperatorio, menor pérdida de sangre y tiempos de recuperación más rápidos.
El uso de la cirugía robótica en ginecología está en constante expansión. Con los avances tecnológicos, los sistemas robóticos continúan mejorando en términos de precisión, flexibilidad y seguridad. Se espera que más hospitales y clínicas en México adopten esta tecnología, convirtiéndola en un estándar en el tratamiento de muchas afecciones ginecológicas.
La cirugía robótica ha recorrido un largo camino desde sus inicios y ha demostrado ser una herramienta invaluable en la práctica ginecológica tanto a nivel mundial como en México. Su capacidad para mejorar los resultados clínicos y reducir los riesgos asociados con la cirugía tradicional la posiciona como la cirugía del futuro. A medida que la tecnología sigue evolucionando, el papel de la cirugía robótica en la medicina continuará creciendo, ofreciendo esperanza y mejores resultados a pacientes en todo el mundo.
La historia y el desarrollo de la cirugía robótica reflejan un compromiso continuo con la innovación y la excelencia en la atención médica, marcando una nueva era en la cirugía ginecológica.
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