Dra. Mar y Steffy Go

 La estética como acto de amor propio.

Hay mujeres que cuando entran a una habitación, iluminan. No por lo que llevan puesto, sino por lo que saben, lo que han vivido y lo que están dispuestas a compartir. En el mundo de la estética, donde a veces lo superficial parece tener la última palabra, existen voces que van más profundo. Mujeres que entienden que el verdadero trabajo está en acompañar, en cuidar, en ayudar a otras a reconocerse frente al espejo.

En estas páginas se encuentran dos de esas mujeres: Steffy y la Dra. Mar. Cada una con su estilo, su historia y su forma de ejercer, pero con algo en común: la pasión por lo que hacen y el deseo auténtico de dejar huella. No llegaron aquí por azar. Han recorrido caminos largos, han hecho sacrificios, han estudiado, se han caído y se han levantado con más fuerza.

Este no es un artículo sobre técnicas ni tendencias. Es una conversación abierta sobre propósito, vocación y esa forma tan especial que tienen algunas personas de hacer sentir a los demás que están en buenas manos.

Dra. Mar: medicina estética con alma y propósito

Hay personas que desde pequeñas saben que quieren ayudar a los demás. En el caso de Mar, la medicina fue ese camino que combinaba ciencia, sensibilidad y propósito. Lo que no imaginaba en un inicio, es que años después terminaría especializándose en algo que va mucho más allá de lo físico: el bienestar profundo, el que se nota por dentro y por fuera.

Desde niña lo tuvo claro: quería ser doctora y  maestra . Con el tiempo, comprendió que esos tres sueños no estaban tan separados como parecía. Como doctora, transforma vidas. Como maestra, comparte y guía. Lo suyo siempre ha sido construir: confianza, autoestima, caminos posibles.

Mar no solo es médica cirujana. Es una mujer que ha formado su carrera con paciencia, con compromiso, y sobre todo, con una filosofía muy clara: que la medicina estética no debe imponer, sino acompañar. Que no se trata de cambiar rostros, sino de reflejar lo que cada persona ya lleva dentro.

La diferencia está en el cómo

En cada consulta, la Dra. Mar escucha más de lo que habla. Observa. Se toma el tiempo de entender lo que realmente está buscando la persona frente a ella. ¿Es autoestima? ¿Es sentirse más segura? ¿Es sanar una historia personal? Porque para Mar, cada paciente es eso: una historia.

Y cuando se trata de tratamientos, el enfoque es claro: naturalidad, equilibrio, respeto por los rasgos únicos. Lo suyo no es seguir tendencias, sino hacer que cada quien se sienta bien consigo mismo, sin perder su esencia.

Docente, doctora y mujer comprometida

Además de tener consultorios en Querétaro y Ciudad de México, Mar forma parte del equipo académico de Art3 Academy. Ahí comparte su experiencia con nuevos profesionales, convencida de que se puede enseñar con empatía, sin competir, sin secretos. Porque para ella, compartir conocimiento es una forma más de sanar.

Un legado que trasciende generaciones

Mar es madre. Y eso cambia muchas cosas. Desde que nació su hija, su propósito se volvió más claro: quiere dejarle un legado de amor propio, de autocuidado, de respeto por su cuerpo y por lo que siente. No desde el discurso, sino desde el ejemplo. Ese ejemplo que ella misma recibió de su mamá, una mujer que ha sido su pilar, su inspiración constante y la primera en enseñarle que cuidarse también es una forma de amar. Hoy, Mar honra esa herencia y la transforma en una nueva promesa para su hija.

Autenticidad ante todo

Llamarse “Dra. Mar” no es solo un nombre profesional, es una forma de decir “aquí estoy, sin filtros, sin personajes”. Es su sello, su forma de conectar con quienes la rodean. Quienes la conocen saben que no hay poses, que lo que ves es lo que es. Una mujer que ha recorrido su camino con convicción, sin perder la esencia.

Belleza con conciencia

Para la Dra. Mar, la belleza no es una meta, es una expresión. Y como tal, debe estar alineada con la salud, la ética y la verdad de cada persona. No promueve estándares irreales, ni promete fórmulas mágicas. Cree en el proceso, en el acompañamiento y en decisiones informadas. Cada tratamiento es un acto de responsabilidad.

Más que una consulta, un espacio seguro

Sus pacientes no sólo la eligen por su técnica, sino por cómo se sienten al entrar a su consultorio. Con la Dra. Mar, cada visita se transforma en una pausa, un momento para reconectar contigo, con lo que sientes y con lo que necesitas. Y eso, en estos tiempos, es un regalo.

Camino con propósito

La historia de Mar no está escrita con prisa, sino con intención. Cada paso, cada formación, cada proyecto, ha sido guiado por un mismo deseo: ayudar a otras mujeres (y también a hombres) a encontrarse con su mejor versión. Una que no está dictada por moldes, sino por lo que cada persona necesita para sentirse plena.

Steffy Go: la mujer que sana pieles… y deja huella en el alma

Cuando Estefani García Ortega llegó a Querétaro hace casi una década, no sabía que ese cambio de ciudad sería también el principio de una nueva vida. Venía de la Ciudad de México, con una carrera en Derecho y un futuro aparentemente trazado. Pero algo dentro de ella pedía un giro. Hoy, muchos la conocen como Steffy G.O.: emprendedora, especialista en cosmetología holística y fundadora de Cosmos Spa, un espacio donde la belleza se honra sin filtros y el cuidado va mucho más allá de la piel.

Del Derecho al cuidado con sentido

Steffy estudió Derecho y se especializó en áreas como civil, mercantil y amparo. Amaba la teoría legal, la historia detrás de las normas, la posibilidad de generar justicia. Pero la realidad laboral fue dura: estructuras machistas y un ambiente que la hizo sentirse incómoda en su propia vocación.

“Yo quería ayudar, pero me di cuenta de que el sistema no siempre permite eso. El poder no siempre está del lado correcto. Y llegó un punto donde preferí dejarlo todo y empezar desde lo que realmente me hacía bien.” Así comenzó a estudiar cosmetología, herbolaria, dermatología clínica y administración de centros wellness. La transformación fue profunda: más que cambiar de profesión, eligió sanar su propia historia.

Cosmos: un espacio para volver a ti

Cosmos Spa nació oficialmente hace ocho años, aunque sus primeros productos los empezó a crear desde mucho antes. El nombre no fue casual: Cosmos, como el universo, como lo natural, como la armonía entre cuerpo, mente y esencia.

“Quería un lugar donde las personas se sintieran seguras, donde nadie viniera a cambiar su rostro, sino a reconocer lo valioso que ya son”, dice. Los tratamientos que ofrece van desde lo clínico hasta lo holístico. Entre los más solicitados están el facial regenerador, el Dermapen y el facial de autor, creado desde su experiencia con un enfoque completamente personalizado. Pero más allá de las técnicas y los productos, quienes visitan Cosmos regresan por lo intangible: la paz, la honestidad, la conexión.

Una abuela como raíz

Steffy aprendió mucho de su abuela, una mujer sabia y práctica que le enseñó a trabajar con ingredientes naturales y a confiar en lo hecho con las manos y el corazón. “Yo vendía los productos que hacíamos juntas para pagar mi universidad. Me enseñó que si algo se hace con amor y constancia, florece.” Ese mismo legado ahora lo mira en su hija, a quien le quiere dejar una enseñanza clara: el autocuidado no es un lujo, es una forma de amor propio.

Resistir también es un acto de belleza

La pandemia fue un golpe duro. El spa tuvo que cerrar, pero las cuentas no se detuvieron. Steffy, fiel a lo aprendido con su abuela, se reinventó: creó gel antibacterial, vendió kits de cuidado facial a domicilio y dio clases por teléfono. “Fue difícil, pero salimos adelante. Eso me reafirmó que este proyecto tiene raíces fuertes.”

Honestidad, su promesa innegociable

Steffy tiene una regla que guía cada decisión en Cosmos: la honestidad. No recomienda tratamientos innecesarios, no promete lo imposible, no se mueve por moda ni por presión del mercado. “Si algo no te va a servir, no te lo vendo. Si no lo necesitas, te lo digo. No se trata de vender, se trata de cuidar.” Por eso, muchas de sus clientas llevan años con ella. Y aunque algunas llegan con miedo o desconfianza, se quedan por la confianza que ella sabe generar.

Lo que viene: formar, compartir, expandir

Además de seguir atendiendo, Steffy está desarrollando una línea de capacitaciones para profesionales del bienestar. Su meta es que más mujeres puedan emprender desde una base ética, bien formada, con una visión integral del cuidado facial y emocional. “No se trata solo de aplicar productos. Se trata de entender al ser humano que tienes frente a ti, y de acompañarlo.”

Para Steffy, esto es un reflejo. Una forma de mirar atrás y reconocer que, a pesar de los tropiezos, ha sido constante. Que no se rindió. Que el sueño que sembró hace tantos años, hoy florece con fuerza. “Cree en lo que haces. Crea lo que quieres. Ama lo que tienes.” Ese es su mantra. Esa es su forma de vivir. Y sin duda, eso es lo que transmite.

En cada paciente que entra con incertidumbre y sale con el rostro iluminado, hay más que un tratamiento: hay un encuentro. Steffy y la Dra. Mar entienden que la estética no empieza en la piel, sino en la forma en que una persona se ve a sí misma, en cómo se trata, en lo que se permite sanar.

Las dos han hecho de su vocación un espacio de confianza. No hay prisas, no hay promesas vacías. Solo hay escucha, manos seguras y una profunda sensibilidad para acompañar procesos que, muchas veces, van mucho más allá de lo visible.