¿Como con la mente o con mi cuerpo?
Salud, Wellness¿Te has puesto a pensar si realmente comes desde tu cuerpo? Cuando platico esto con mis pacientes, al principio les genera conflicto pensar… ¿Cómo se come desde el cuerpo?
La mayoría de las personas comen desde la mente y no desde el cuerpo. ¿Cómo es esto? De pequeños vamos absorbiendo información de diferentes lugares, ya sea desde modelos que imitamos, como mamá, papá, familiares, conocidos, maestros, por mencionar algunos; o por medios de comunicación, libros, mercadotecnia, creencias culturales, sociales y muchos factores como estos que van a ir conformando nuestros pensamientos y nuestras creencias.
En cuanto a la alimentación que llevamos, todo el mundo opina sobre la manera en la que nos “tenemos” que alimentar. Desde la madre que alimenta a su hijo, que recibe “consejos” de la pediatra sobre cómo “debería” alimentar a su hijo; o de su propia madre, sus familiares, amigas o el último libro publicado sobre “la mejor manera” de alimentar a tu hijo. Al crecer, la persona va recibiendo mensajes de sus padres, maestros, amigos, medios de comunicación… tal vez visite a su primer nutriólogo y todos estos mensajes que va recibiendo van a ir conformando sus ideas sobre “qué debe” comer.
Todas estas ideas que se van plantando en forma de pensamientos, van a influir en la conducta alimentaria para entonces, comer desde la mente con las ideas y con esos pensamientos: “Debería” de beber agua con limón en ayunas, “debería” de comer más verduras y menos pan, “debería” de aprovechar que hoy comeré pizza porque mañana empiezo de nuevo la dieta. Esta es la forma en la que comemos desde la mente.
¿Cómo comer desde el cuerpo? Para comer desde el cuerpo, primero debemos de conectar con él. Te recomiendo hacer un par de respiraciones antes de comer, para que puedas incorporarte. Haz un escaneo corporal mental: ¿Cómo se siente tu cuerpo? ¿Tienes hambre? ¿Qué se te antoja? ¿Quieres algo frío, caliente…? Conecta con tus niveles de hambre/saciedad antes de comer y pregúntate realmente qué es lo que tu cuerpo te está pidiendo en ese momento.
Comer con el cuerpo nos ayuda a nutrirnos de una mejor manera y evitar caer en excesos a la hora de comer, así como también nos aleja de la sensación de “culpa”. Come con consciencia plena, disfruta de tus alimentos, y come hasta un punto en el que te sientas lleno de energía al terminar.
Algunos ejercicios que te pueden ayudar a incorporarte y escuchar a tu cuerpo son los ejercicios de meditación, el yoga, caminatas en la naturaleza o meditación en movimiento y escaneos corporales. Así es que ya sabes, la próxima vez que comas… ¡Come desde el cuerpo!