¿El gran maestro para el 2023? El desapego

¡Bienvenido Enero! Época de inicios, pero para muchas el arranque de año trae un poco de nostalgia de regresar a las andadas cotidianas, así que, ¿cómo te está tratando la resaca post-navideña?

Si ya hiciste tu lista de deseos e intenciones, quizás ya te habrás percatado que para lograrlos habrá ciertas cosas y adecuaciones en tu rutina que necesites hacer para salir de tu zona de confort.

Me encanta el propósito de hacer ejercicio y bajar de peso, porque conforme van pasando las semanas y los meses, los gimnasios vuelven a vaciarse y se quedan aquellos que resistieron la voz del autosabotaje. ¡Yo misma he estado varias veces en la fila de desertores! Aunque regresando una vez cada tanto con la excusa (de la cual soy ferviente creyente en ese momento) de que no he tenido tiempo. 

La pregunta no es si vale la pena cambiar o transformar mi sistema de creencias, o abandonar ciertos hábitos, o salirme de la zona de confort. Es claro que será positivo, sino no hablarían de ello en libros; más bien la pregunta se vuelve, ¿por qué me cuesta tanto desapegarme de ello? 

Yo solía tener una alimentación nada saludable, comía azúcar sin medida, cenaba casi todos los días fuera, me olvidaba de comer y lo sustituía por pan, y estaba casi 18 kg encima de mi peso, hasta que un amigo se atrevió a retarme a través de la espiritualidad para hacer una dieta de desintoxicación durante 14 días, donde sobreviviría a base de agua, té, algo de homeopatía y mi fuerza de voluntad. Y como me retó, mi ego dijo, sí puedo hacerlo.

¡Y sí se pudo! Lo sufrí a diario después del 6º día, y mi sistema inmunológico me demostró lo mal que estábamos por dentro. ¿Recomendaría algo tan extremo? ¡Jamás! Pero me pregunté varias veces, ¿por qué quiero romper este proceso y comer a escondidas cuando a la única que engañaré es a mí misma?

No duele el desapego a lo conocido, duele la resistencia que ponemos al cambio. 

Si te cuesta fluir, pregúntate, ¿qué miedos me está mostrando el desapego? 

Si sientes que todo se derrumba, analízate, ¿lo que construí no estaba bien cimentado?

Si se van personas de tu vida, respóndete, ¿qué vinieron a enseñarme?

El amor propio, el crecimiento emocional, el despertar espiritual y el nuevo trabajo están cruzando la delgada línea de estar en esa zona segura de confort y familiaridad.

Una buena forma de abandonar esa zona y hacerte amiga del desapego es iniciar tu día respondiendo, ¿qué puedo hacer diferente hoy?

Maddalena 

@maddalena.mx