El mundo y tus juicios
AutoguíaTe has preguntado:
- ¿Cuántas veces te has perdido de conocer gente maravillosa por tus juicios?
- ¿Cuántas veces has tomado decisiones equivocadas por creencias mal infundadas?
- ¿Cuántas veces has formado juicios de alguien o de algo que no te han permitido conocer una realidad diferente?
Estas preguntas recaen en varias palabras: juicios, creencias, críticas y percepciones de tu realidad. Cada vez que hablo de este tema me quiero enfocar en una propuesta justa para ti, para que conectes con el otro y con el afuera de manera diferente y principalmente, contigo mismo.
En muchas ocasiones me he perdido de momentos por no atreverme a traspasar mis propios juicios, he criticado gente por cosas que se dicen y no me constan, he tomado decisiones por creencias no cuestionadas y eso me ha llevado a perderme quizá, de momentos inolvidables.
Mi hija (la menor) un día llegó preguntándome sobre qué podía hacer para ya no estudiar y poder ir a la escuela de actuación. De manera inmediata mi primera respuesta fue “estás loca, ¿cómo crees?” Pero después de una reflexión mucho más profunda, me di cuenta que la historia se repetía, ya que yo tenía la misma intención de ser artista y mi madre me dijo que me moriría de hambre, que primero le entregaba un título universitario y después haría lo que yo quisiera.
Posteriormente, con más calma y respirando profundamente, le respondí a mi hija que si ese era su sueño la iba apoyar; sin embargo, para mí era importante que estudiara la prepa y que yo iba a hacer todo lo posible porque su sueño se convirtiera en realidad. Obvio recibí muchas críticas de parte de mi propia familia y me tuve que enfrentar a ellos porque mi hija, la menor, quería ser artista.
Con esto me gustaría reflexionar un poco contigo: primero que nada, yo no sé si mi hija dentro de unos años soñará lo mismo. Segundo, yo quién soy para truncar el sueño de alguien. Tercero, me cuestioné de dónde venía la creencia de que ser artista es algo malo. Cuarto, siempre he creído que las personas nacimos para cumplir con nuestros sueños. Y por último, cómo no apoyar a alguien que amo con todo mi ser, creando una realidad diferente a la que me hicieron creer.
En todo este proceso cuando empecé a aceptar mi vida, mis resultados, mis propias creencias, me di cuenta que me liberé de un peso enorme. Hoy me considero una mujer mucho más responsable de mis decisiones y sé que todo tiene una consecuencia aprendiendo a autoevaluarme sobre mis juicios y el mundo, sabiendo que NO tengo la verdad absoluta, que yo tengo una realidad que no es igual a la de nadie más y que antes de opinar en cualquier tema, debo escuchar y aprender.
Con esto me gustaría concluir, que es importante saber que alguien más puede opinar diferente a ti; cada persona tiene su forma de creer, pensar y enjuiciar lo que vive, de acuerdo a su propia historia. Por esta razón, cada cosa que decidas, pregúntate de dónde viene y si realmente lo crees.
No te pierdas de conocer a alguien por su apariencia o tus propios juicios, siempre busca las 100 posibilidades para resolver o enfrentar cualquier problema antes de emitir un juicio o crítica sobre algo o alguien. Obsérvate y cuando tomes una decisión, hazte 100% responsable de tus resultados.
Y con esto termino: todo lo que pasa es para algo bueno para ti, así te parezca la peor experiencia de tu vida, busca siempre encontrar el lado positivo de las cosas y sabrás que todo lo que vives puede ser una gran oportunidad para hacerte una persona más sabia, mucho más plena y feliz.