¿Estamos viviendo nuestros sueños o los de otros?

A menudo, las mujeres nos encontramos atrapadas en un guión preescrito. Desde niñas, se nos enseña que hay un camino a seguir: kínder, primaria, secundaria, preparatoria, carrera, matrimonio, hijos. Este protocolo social, aunque bienintencionado, puede convertirse en una jaula que nos aleja de nuestros propios sueños. En el intento de cumplir con las expectativas externas, dejamos de preguntarnos: ¿qué quiero realmente?

Es fácil perder de vista nuestros deseos cuando el ruido de lo “correcto” nos envuelve. Nos enfocamos en cumplir cada paso sin detenernos a reflexionar si estamos viviendo nuestras propias aspiraciones o simplemente alimentando lo que la sociedad ha dictado. En este proceso, olvidamos lo que alguna vez soñamos hacer. Tal vez quisimos pintar, viajar, emprender o simplemente ser libres para elegir sin culpas. Pero, ¿qué pasa cuando esos sueños son reemplazados por un guión que no escribimos nosotras?

Hay mujeres que, después de recorrer esta carrera social, deciden detenerse y empezar a construir desde sus propios sueños y aspiraciones. Sin embargo, la gran mayoría seguimos adoptando este esquema heredado por generaciones. No desde un juicio de lo bueno o lo malo, sino desde la reflexión: ¿Estoy haciendo lo que toca o lo que realmente quiero?

Ahora, imagina que tu yo del 2040 viene a visitarte. ¿Qué crees que te diría? ¿Estaría orgullosa de las decisiones que has tomado? ¿O te pediría que reencuadres tu vida y tomes caminos que te acerquen más a lo que realmente deseas? Piensa también en tu niña del pasado, esa que soñaba sin límites. ¿Qué cuentas le entregarías de tu vida hasta hoy? Quizá no todo ha salido como esperabas, pero aún estás a tiempo de darle un giro a tu historia.

Ser o tomar caminos distintos da miedo, es cierto. Sin embargo, ese temor no es un freno, sino una señal de que estás viva, de que estás creciendo. Al final, las decisiones valientes tienen un costo, pero también traen un beneficio que se traduce en plenitud y autenticidad.

Con el año por terminar, es momento de reflexionar. Más allá de prometer cosas que se vean lindas, prometamos evolución para nosotras mismas. Pregúntate: ¿Qué necesito para avanzar hacia la vida que deseo? Si sientes que necesitas apoyo para descubrir tu propósito y trazar un camino auténtico, estoy aquí para acompañarte.

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