Ley del Karma

Hoy nos toca ponernos espirituales. Antes de comenzar, me gustaría hacer una introducción al tema, la base de las siete leyes espirituales y hacer la distinción que Deepak Chopra escribió este libro con la intención de crear una guía para lograr nuestros sueños, no desde una perspectiva de trabajo pesado y fuerte ambición, sino desde una perspectiva más humana y espiritual. Por lo tanto, puede que algunos de los conceptos que hablemos aquí no sean del todo familiares o ni siquiera algo que hemos practicado.

Somos energía, estamos conectadas con la divinidad. Deepak nos dice que hay que alimentar las semillas de la divinidad dentro de nosotros, las cuales buscarán la forma de materializarse (aquí entra la parte del deseo). Tú eres lo que es tu deseo más profundo; según sea tu deseo, así será tu voluntad; según sea tu voluntad, así serán tus actos; y según sean tus actos, así será tu destino.

En esta edición, vamos a profundizar en la ley del karma:

Karma es una palabra del sánscrito que significa acción y toma de decisiones. En cada momento de nuestras vidas realizamos elecciones, algunas inconscientes, otras conscientes. A lo largo de nuestra vida realizamos elecciones infinitas veces, pero aun cuando a cada paso contamos con una cantidad infinita de opciones que podemos tomar, existe una que nos ayudará a crecer, a evolucionar, y que traerá gozo y felicidad a nosotros y a los afectados por esa decisión.

Cada acción genera una fuerza de energía que regresa a nosotros de igual manera. Existe un dicho: “cosechamos lo que sembramos”. Cuando hacemos elecciones que aportan felicidad y éxito a los demás, el fruto de nuestro karma es el mismo. Si deseas aprecio, bríndalo. Si deseas gozo, aprende a dar gozo a los demás. Si deseas amor, da amor a los demás. Si deseas dinero, ayuda a alguien más a hacer dinero.

Suena muy sencillo, pero ¿cómo vamos a tomar decisiones kármicas correctas? Haciendo elecciones conscientes. Todo lo que estamos viviendo en estos momentos de nuestra vida es el fruto de las decisiones que tomamos en el pasado. En la mayoría de los casos, tomamos decisiones de forma inconsciente y no vemos que estamos frente a un abanico de posibilidades. Otras veces también hacemos elecciones basadas en lo que sabemos hacer, en el condicionamiento, en los comportamientos predecibles, sin pensar que podemos escoger diferentes opciones a lo largo de nuestra vida.

Si nos detenemos un momento y observamos nuestras elecciones, lo traemos al campo de la conciencia y podría darnos un poder distinto. La naturaleza nos obsequió un asombroso sistema de inteligencia: el emocional, el de las sensaciones y las intuiciones. Entonces pregúntale al corazón, el corazón es sabio. Pregúntale al cuerpo, ¿qué sensación tengo? ¿Bienestar? ¿Disgusto? ¿Placer? ¡Escucha los mensajes de tu cuerpo! Y comienza a cultivar tu inteligencia corporal. Cuando decimos que alguien es muy intuitivo, simplemente estamos afirmando que esa persona sintoniza muy bien los mensajes de su cuerpo.

¿Cómo aplicarla?

1. Observa las decisiones que tomes en cada momento.
2. Siempre que hagas una elección, pregúntate cuáles son las consecuencias y si esto traerá felicidad a ti y a los que te rodean.
3. Pide orientación al corazón, escucha los mensajes de tu cuerpo.

Estas prácticas te ayudarán a tomar decisiones más conscientes y a alinear tus acciones con tus deseos más profundos, creando un ciclo de energía positiva que beneficiará tanto a ti como a los demás.

Melissa Martínez