Constancia en el cuidado de tu piel

¿Has oído el dicho “Roma no se fundó en un día”? Seguramente sí, y es que es cierto, todo requiere de constancia y cuidado y sólo a partir de esto lograrás el resultado que buscas. Tal es el caso del cuidado facial y los tratamientos preventivos, que justo tienen como finalidad aminorar los daños causados por el deterioro y el paso del tiempo, ya que siempre es mejor actuar preventivamente y no cuando ya se tiene el problema manifestado.

La cultura coreana es un buen ejemplo de prevención y cuidado de la piel, así como de los signos de la edad; desde muy jóvenes, mujeres y hombres comienzan a cuidar su piel y es por ello que lucen una piel casi de porcelana. Pero, ¿qué de todo eso podemos aplicar en nosotras?

El primer consejo es que cambies tu mentalidad y no creas que cuidarte es un lujo, es simplemente amor propio y con esto me refiero a todos los ámbitos, pero en específico al del cuidado de la piel. Como segundo punto, te recomiendo que inviertas en tu bienestar y salud, y es que estamos acostumbradas a adquirir primero maquillaje, un labial, unas sombras, antes que un protector solar. Solo recuerda qué era lo que llamaba tu atención en la adolescencia, maquillarte o utilizar mascarillas y productos de cuidado facial. El tercer punto es que ya que decidiste cuidarte, seas constante; y es aquí donde volvemos a la frase que te mencioné al inicio, “Roma no se construyó en un día”, tal es el caso de tu cambio.

Para lograr ese resultado que esperas, por ejemplo, eliminar las manchas del rostro, te juro que no lo lograrás en un día, ni en una semana siquiera. Imagina que en casa tienes una llave de agua, que se ensucia por el uso, que se comienza a oxidar y que además de todo jamás se le ha dado una limpieza adecuada y con el paso de los años se deteriora más y más. Esa llave no lucirá brillante y limpia con una vez que se le aplique un producto limpiador, así tu piel; años y años de descuido, de capas y capas de células muertas, de productos y de maquillaje no se desprenderán con un facial.

Por tanto, es necesario ser consciente de ti, de tu piel, esa que protege tu ser, ese rostro que es tu ventana y presentación al mundo. Recuerda, requieres constancia en toda mejora.

TIPS.

1. Acude con una cosmiatra especialista.
2. Sé constante en los tratamientos que te recomienden.
3. Recuerda que aún después de lo que hagan en la cabina del spa, el cuidado sigue en casa. Nada ocurre por magia.

STEFFY G.O.