Restyling vs. Rebranding

Una marca puede enfrentarse a dos tipos de rediseño, según las circunstancias o motivos que  la lleven a tomar esta decisión. Por un lado, tenemos el restyling o refresh y por otro lado, el  rebranding. ¿Cuándo debemos de optar por alguna de ellas y por qué?  

Restyling  

El restyling o refresh de una marca se da cuando hacemos ciertas modificaciones o  actualizaciones al estilo e imagen, pero se respeta el ADN de la marca. En algunas ocasiones, sólo con unos ligeros cambios en la identidad visual; es decir, en colores, tipografía o  personalidad de la marca, se puede lograr cumplir con sus objetivos y conectar con su  mercado. Normalmente este tipo de rediseño se logra en un periodo corto de tiempo y responde a necesidades inmediatas.  

Algunos de las razones para tomar esta decisión son: 

1. Nuestra identidad se percibe obsoleta. 
2. Necesitamos fortalecer la personalidad de la marca.  
3. Queremos diferenciarnos de la competencia.  
4. Nos debemos de adaptar a la nueva tecnología.  
5. Debemos de vernos más profesionales.  

Decidir hacer un restyling de tu marca puede ser una gran estrategia para cumplir objetivos,  para renovarte y transmitir mejor tu esencia. Recuerda que un rediseño visual va acompañado  siempre de un porqué que lo respalde, y este debe de ser perceptible en cada uno de los  puntos de contacto y la experiencia de tu consumidor. 

Rebranding  

Decidir hacer un rebranding implica cambios mucho más significativos que tienen que ver con  la esencia de la marca y su rumbo. Si bien estos cambios se ven reflejados en una identidad  visual, la razón tiene que ver con decisiones estratégicas más allá de la imagen.  

¿Cuándo debemos de pensar en tomar la decisión de un rebranding?  

1. El nombre de la marca no está libre para su registro.  
2. El target al que nos dirigimos cambia completamente. 
3. Alguna de nuestras competencias tiene un nombre o identidad muy parecida a la nuestra.  4. Existe una fusión con otra marca o entran nuevos socios con diferente visión.  
4. Nuestra marca presenta una asociación a algo negativo.  

Estas decisiones no tienen que ver con el tamaño de la marca, sino con sus objetivos  estratégicos. Hemos visto marcas globales renovarse, así como marcas pequeñas que  necesitan transmitir mayor profesionalismo.  

En caso de que te encuentres atravesando por alguna de estas circunstancias, te invito a que  te cuestiones si es necesario crear un rediseño y si esto será una inversión en beneficio de tu  negocio.