Sobreviví al cáncer de mama… y aprendí a amar la vida otra vez
AutoguíaActualmente estoy en mi tratamiento de hormonoterapia con el oncólogo Eduardo Torres, un especialista increíble y un ser humano excepcional. Su lado más humano lo define por completo. El medicamento que debo tomar durante cinco años también tiene efectos secundarios que debo aprender a asimilar: cansancio, insomnio, dolor de huesos, náuseas, entre otros.
Afortunadamente, gracias a la dedicación de mi oncólogo y a mi actitud, he podido sobrellevar los malestares y estoy convencida de que todo esto traerá resultados maravillosos a largo plazo.
Hoy, después de haber pasado por tantos procesos difíciles, me encuentro en la última etapa de esta enfermedad. Ha sido un camino duro, pero mirar atrás me permite reconocer cuánto he avanzado. He superado lo más complicado, un esfuerzo que en su momento parecía inalcanzable. Hubo días en los que quise rendirme, y otros tantos en los que me llené de fuerza por el simple deseo de vivir.
Estoy en una etapa de mi vida en la que me siento plena como mujer, con madurez emocional, física y mental. Gracias a todo lo que he aprendido, puedo decir con orgullo que soy una sobreviviente de cáncer de mama. Fue un proceso doloroso desde el diagnóstico, pero mi constancia y mis cuidados dieron resultado. Hoy estoy recuperando mi vida, aunque, para ser sincera, no soy la misma de antes: soy una nueva mujer, con una nueva perspectiva, y con la certeza de que puedo enfrentar cualquier reto que la vida me ponga.
Mis sueños nacen de una lucha constante, y sé que hoy tengo una capacidad increíble para afrontar la adversidad. Soy una guerrera, una mujer más fuerte, con más actitud, compromiso, empatía y comprensión. Esta enfermedad me dejó una lección de vida invaluable; jamás imaginé atravesar algo así, y mucho menos convertirme en una sobreviviente.
Miles de mujeres hoy están librando esta misma batalla. La clave está en no rendirse, en informarse, en buscar diagnósticos acertados y en no huir ante una noticia que puede parecer devastadora. La prevención, mediante chequeos a tiempo, puede salvar vidas.
La medicina ha avanzado enormemente, y las posibilidades de superar esta enfermedad son altísimas. Los profesionales de la salud confirman que los diagnósticos tempranos permiten tratamientos altamente efectivos, con una calidad incomparable frente a décadas pasadas.
Se acerca el Día Mundial contra el Cáncer de Mama, una fecha que no debería recordarse solo una vez al año. Esta enfermedad sigue siendo la primera causa de muerte en mujeres mexicanas, y por eso la detección temprana es vital. La información aún es limitada y debe difundirse con más fuerza; incluso los programas de prevención necesitan mayor eficacia. Hagamos que la conciencia sobre el cáncer de mama crezca y salve más vidas.
Hoy me siento bendecida, feliz y en paz. Me siento motivada a seguir viviendo con calidad, a cuidar mi salud, a cumplir mis sueños y a apoyar a otras mujeres que necesitan saber que no están solas.
¡No te rindas ante un diagnóstico devastador, ante un proceso que tiene solución, ante la esperanza de ser sobreviviente! Todo se puede lograr.
Agradezco profundamente a mi médico oncólogo Eduardo Torres, por su profesionalismo, dedicación y apoyo constante. Gracias también a mi familia, amigos y equipo médico, que fueron mi red de fortaleza.
Hoy puedo decirlo con orgullo:
Soy una sobreviviente de cáncer de mama.
Soy feliz, soy bendecida y soy la mejor versión de mí.