Amor Incondicional
AutoguíaMe gustaría abordar este tema en un mes tan significativo como enero, el inicio de un nuevo ciclo.
“El amor es la fuerza que nos conecta con la intención universal”. Hay dos formas de reaccionar: con amor o con miedo. Todo lo que es amado no puede ser temido, y lo que es temido no puede ser amado. ¿Sería bueno preguntarnos cuántas de mis decisiones están basadas en el miedo?
Peter Deunov nos habla de tres tipos de amor: el amor humano, el amor espiritual y el amor divino o incondicional. ¿Amor divino o incondicional? ¿Qué es esto? Es esa clase de amor que no conoce opuestos, es el sentimiento y la acción de desear el bien de la otra persona por encima de todo, sin importar las consecuencias. Es aquel a través del cual te conviertes en todo aquello en lo que te centras y lo único que puedes sentir es ese amor.
Es vivir un amor que no tiene juicios, acusaciones ni críticas. Si pudiéramos sacar el miedo de nuestros corazones, podríamos vivir un amor como lo describe Shakespeare en la siguiente frase: “Mi corona está en mi corazón y no en mi cabeza; mi corona se llama satisfacción”, satisfacción por simplemente sentir esa clase de amor en el corazón.
¿Y de qué forma puedo comenzar a practicar esta clase de amor? Durante una semana, concéntrate en dar amor como tu actividad principal. Promete a ti mismo que solo emanarán de tu conciencia pensamientos amorosos. Proclama tu compromiso de vivir de esta forma y, algo muy importante, durante esta semana, evita pensamientos negativos o pesimistas; si aparecen, déjalos ir. Extiende los pensamientos de amor cada vez que te encuentres con alguien o con algo.
Al practicar este tipo de amor, tu círculo inmediato de personas comenzará a reaccionar de forma diferente, y experimentarás cambios positivos en tu vida. Atraemos lo que vibramos, ¿tú qué quieres atraer? Esta práctica es un requisito indispensable para no solo aceptar lo que la vida te presenta, sino para manifestar y lograr lo que realmente deseas.
Recordemos que el espacio de lo que mereces y deseas muchas veces está ocupado por lo que te conformaste en tener. ¿Suena un poco fuera de la realidad, no? ¿Y si en lugar de ver estas situaciones desde el pesimismo y el miedo, las vemos desde el amor y el positivismo? Probablemente encontraríamos el “cómo sí” de estas situaciones en nuestra vida en lugar de enfocarnos en “cómo no”.
Practícalo por lo menos un día de tu semana y al finalizar tu jornada, escribe lo que viste diferente en ti y a tu alrededor y si esos cambios te gustan. ¿Qué pasaría si nos abriéramos a dar y recibir amor incondicional?
Bendiciones.