Ancestra Panadería
Mujer emprendedoraPan serio, no en serie. Masa madre, recetas sin conservadores y una idea simple: volver a lo básico para comer rico y sentirse bien.
En Querétaro abrió un espacio distinto, donde el pan no solo alimenta, sino que conecta con algo más profundo: el origen. Ancestra Panadería nació con el propósito de recuperar el valor de la cocina hecha con calma y conciencia. Aquí, las recetas se preparan sin conservadores, los tiempos de fermentación se respetan y los ingredientes se trabajan desde cero.
La propuesta se reconoce por sus mezclas únicas: conchas de limón con lavanda, pétalos de rosa con jamaica y manzanilla, un café que despierta con jengibre, cardamomo y cayena. Todo pensado para que comer sea un acto consciente, sin culpas y con sabor real.
“Hacemos pan en serio, no en serie”, explican con orgullo.
Vania: el servicio como vocación
Vania encontró su camino en el contacto directo con las personas. Desde la barra de café hasta la operación diaria, disfruta cada detalle del servicio. “A mí el servicio al cliente me encanta”, confiesa. Su valor innegociable es la honestidad y su inspiración es su hija.
“Esto es por ella. Quiero que vea que sí se puede: ser eficiente, capaz, alcanzar objetivos. No es fácil, pero vale la pena”.
Para Vania, el mayor acto de valentía fue decir “sí” al proyecto y poner todo en juego. La apertura fue uno de sus momentos más emotivos: “Fue un ‘se logró’. Ya estaba funcionando. Sí está pasando”.
Aranxa: intensidad con propósito
Aranxa se define en una palabra: intensa. Su historia la llevó a vivir fuera, a trabajar en panaderías y a convencerse de que comer rico no debe estar peleado con la salud. Madre también, convirtió sus experiencias personales en motivación para ofrecer recetas que nutran y abracen.
“No vas a encontrar una concha de diez pesos, pero sí una que te cae bien al estómago… y al corazón”.
Aranxa se encarga de la panadería, proveedores, empaques y la identidad visual del lugar. Le gusta que Ancestra sea un espacio seguro, donde los clientes puedan desconectarse del ritmo de la ciudad y sentirse en paz.
Una historia compartida
El camino hacia Ancestra comenzó como un sueño y se transformó en realidad con disciplina y determinación. Vania y Aranxa no se limitan a vender pan; buscan crear conciencia sobre lo que comemos y el efecto que tiene en nuestra vida.
Sueñan con crecer —desde nuevos quioscos hasta expandirse fuera de Querétaro—, pero siempre con la misma filosofía: menos procesos, más verdad.
Para ambas, Ancestra significa familia elegida, valentía y transformación. Vania lo resume en pocas palabras: “Decir que sí, aunque dé miedo”. Aranxa lo complementa: “Hazlo. No será como lo soñaste, pero es el primer paso hacia donde quieres llegar”.
Ancestra Panadería nos recuerda que lo esencial se hace despacio: como el pan que fermenta, como los proyectos que nacen con miedo y crecen con amor, como las redes de mujeres que se apoyan unas a otras para seguir creando futuro.