Atrévete a NO gustar

La verdad es que no tenía muchas expectativas del libro, pero en el momento en el que lo terminé pude entender un montón de cosas sobre mi misma, sobre mi entorno y la sociedad, abrió mi panorama para entender el mundo de la competencia en el que vivimos y sobre todo para entender los sentimientos de insuficiencia que muchos de nosotros vamos cargando. 

Vivimos constantemente preocupados por lo que el otro va a pensar de nosotros, nos levantamos todas las mañanas y arreglamos nuestro outfit de ese día con tal de que impacte cuando entremos a algún lugar, compramos cosas (que no necesitamos) porque si no las compro voy a estar atrasada con las novedades; utilizamos las redes sociales como medio de exposición en donde constantemente tenemos que “demostrar” que somos mejores, mucho mejores que los demás; y francamente… qué cansado. 

Así que les compartiré un poco de lo que logré entender en el mensaje del libro y espero que las enganche, tanto como a mí: 

1. El trauma no existe: vivimos aferrándonos al pasado, a ese evento o situación que nos dejó marcados y lo utilizamos muchas veces como un pretexto o una buena excusa para no hacernos responsables de nuestra libertad, de nuestras decisiones y de nuestra vida. Somos libres de elegir caminar, pero cambiar implica moverse y tocar con este lugar novedoso nos asusta; así que elegimos no cambiar. Se nos olvida que la vida se decide aquí y ahora; entonces vivimos aferrados al pasado y con un miedo terrible hacia el futuro. 
2. La vida no es una competición: Somos seres bio – psico – sociales, esto implica que las relaciones con los demás siempre van a estar presentes en nuestra vida; sin embargo depende mucho de cómo nosotros queramos vivir esas relaciones, en competencia o en paz. Necesitamos aprender que la teoría del hilo rojo, no implica cadenas rígidas; tienes el poder de decidir seguir en una relación (romántica, laboral, amistad o familiar) o no. 
3. No te ocupes de las tareas de los demás: Deja de vivir para satisfacer las expectativas de los demás, no eres responsable de lo que ellos creen de ti y tampoco tienes que ser el responsable de cumplir esas expectativas. El anhelo de reconocimiento es el que nos corta la libertad y vamos por la vida tratando de agradar a todos y es en este mismo lugar donde perdemos nuestra verdadera esencia. 

Aquí te comparto mi conclusión del tema: 

“Si te atreves a no gustar, serás lo suficientemente libre para vivir tu vida tal como la quieres y sentirte plenamente feliz en ella” 

Psict. Mariana Robledo Valdespino 

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