Cómo ser una mujer emprendedora y no morir en el intento
EmprendeEmprender no es para cualquiera, requiere de compromiso, fuerza, valentía, decisión, metas bien trazadas y la idea fija de apostar el todo por el todo con tal de alcanzar un sueño.
Se necesita contar con una comunidad sólida, una comunidad de apoyo, motivación y crecimiento, donde lejos de pensar en competir, la idea central se base en potenciar las fortalezas y minimizar las debilidades, cimentada sobre una filosofía bien sustentada en donde aplica el trabajo en conjunto; “¿Qué puedo hacer por ti y tú qué puedes hacer por mí?”, de este modo y a través del bienestar común el crecimiento se torna inevitable.
Un trabajo personal interno, esas ganas de convertirse en una mejor versión, no solo para dejar atrás lo que duele, sino para crear esa nueva mujer, dispuesta a emprender un viaje hacia lo mágico y desconocido, un viaje que requiere maletas llenas de motivación y optimismo, llenas de autoconfianza y humildad, pero sobre todo llenas de ganas de aprender a levantarse una y otra vez, sin perder el objetivo y enfoque hasta conseguir lo que para cada una significa el éxito.
Rodearse de un círculo social y familiar creyente del poder y la fuerza que caracteriza al género femenino, que al ser testigo de ese entusiasmo y esas ganas de que todo salga bien, se permite ser contagiado y decide acompañar en el viaje. Capaz de motivar y consolar en el momento indicado, que sabe cuándo dar palabras de aliento y cuándo se requiere recordar por qué estamos aquí.
El elemento principal que tenemos que tomar en cuenta para que este viaje esté lleno de momentos de satisfacción, pasión, alegría y gozo, tiene que ver con ser capaces de comenzar nuestro camino, descubriendo y potenciando nuestros Dones y Talentos, aceptándolos y mostrándolos al mundo como parte de quiénes somos, de lo que nos caracteriza y nos convierte en mujeres únicas y especiales, esas mujeres que se convierten en ejemplos vivos para aquellas que apenas empiezan, mujeres que inspiran y que crecen para hacer crecer a los que las rodean.
Emprender implica saber cuándo caminar sola y cuándo en compañía, sola al momento de tomar decisiones importantes, que nos mantienen en el camino trazado y en compañía cuando la motivación, los conocimientos y la falta de autoconfianza nos abandonan.
Pocas se atreverán a intentarlo, pero una vez iniciado el viaje, difícilmente pensarán en abandonarlo. El simple hecho de despertar cada mañana con la satisfacción y confianza de saber que tenemos esa nueva oportunidad para lograrlo, no se compara con nada.
Así que ya sabes, el viaje es largo y el vuelo lleno de turbulencias, pero todas y cada una de las experiencias vividas habrá valido por mucho todo lo invertido.
Margara López Kneeland
Emprendedora
Socia Fundadora Mujeres Chingonas.
Querétaro, México, Julio 2023