Maridaje musical

La música es uno de los pilares más importantes de tu boda. Ni la mejor decoración ni el mejor banquete se disfrutan igual sin el acompañamiento musical indicado. Así como ciertos quesos piden emparejarse con ciertos vinos y ciertas flores requieren agruparse con otras flores para lograr un producto armonioso, así tu boda resultará congruente en todas sus partes si pones especial atención en sus contenidos musicales.

Empieza por seccionar el programa de tu boda para considerar qué tipo de contenidos musicales manejarás. Y sobre eso, date a la tarea de escoger primeramente el core musical, aquel artista o músico que tocará la mayor parte de tu boda. Muchas de las veces el core musical se decide entre dos figuras: un DJ o un grupo versátil de fiesta en vivo. Define tus preferencias con base en qué ofrece cada uno y continúa con la selección del resto de los contenidos.

Regresando al principio, las ceremonias católicas normalmente son oficiadas con un órgano de base con el que cuenta el templo. Sin embargo, ¿sabías que puedes meter a un cuarteto de cuerdas e incluso un coro de 30 niños que suene espectacularmente bien? Hay personas que hasta un mariachi desean para la música de su misa, y el resultado te sorprendería gratamente.

El coctel de recepción: ¿dura lo suficiente como para meter a un músico en vivo, como un saxofonista? ¿O quizás lo usarás como un segmento de transición o margen de tiempo para que tus amigos lleguen en tiempo al banquete? Depende de la importancia que vayas a asignarle y el tiempo que estarás en él, decide el acompañamiento musical. A veces es mejor una extensión de audio por parte de tu core musical, es decir, tu DJ, y dar entrada a otras agrupaciones para acompañar la cena.

Y si fuiste de las novias que ha decidido usar a su DJ favorito como core musical, pero no deseas perder la oportunidad de tener música en vivo, puedes acompañar tu banquete con uno de los grupos en vivo, cuyos estilos son tan variados que es difícil no enamorarse de alguno de ellos: jazz, trova, vintage pop, rock en español, clásicos, flamenco… el abanico de posibilidades es enorme.

Prioriza los contenidos musicales dependiendo las distintas partes de tu boda, pero cuida armonizar cada escena con el acompañamiento musical indicado.