Siguiente proceso: mi cirugía

Se habían complicado un poco las quimios y el proceso de recuperación del infarto. La cirugía representaba, para mi familia y para mí, una gran preocupación. Avanzaban los procesos, pero también los miedos. Estaba conmigo uno de los cirujanos más destacados y reconocidos en su especialidad: el doctor Guillermo Peralta. En él me apoyé, y todo estaba resultando increíble.

Se elaboraron los estudios correspondientes, muy laboriosos y dolorosos, pero después vendría la cirugía que marcaría mi vida. Peralta me transmitía la seguridad de que todo saldría excelente y que confiar en él jugaría a mi favor. Mi familia me acompañaba; agradezco profundamente su presencia en esos momentos. Estaban tristes y preocupados, así que, para darles ánimo, les dije: “Vendré de regreso”.

Peralta, un excelente cirujano, al salir de la cirugía me prometió que estaría en recuperación y sin dolor. Y cumplió: me sentía tranquila y sin dolor. Al día siguiente, durante la revisión médica en el hospital, Peralta comentó que los resultados de patología no habían sido favorables, ya que los ganglios retirados contenían un 100% de cáncer. Sin embargo, eso no fue motivo para entristecerme ni para darme por vencida. Todo lo contrario: salí contenta del hospital, rumbo a una recuperación que resultó un éxito rotundo.

Durante mi recuperación hubo días buenos y otros no tanto, pero avanzaba de forma excelente. Peralta realizó una cirugía conservadora y, aunque podría haberme preocupado por el aspecto, estéticamente quedó aceptable. Sabía que esa cirugía cambiaría aún más mi vida. Me sentí contenta, conforme y bendecida. Todo se logró.

No siempre el primer diagnóstico es el correcto; busqué otras opiniones. Guillermo Peralta es un excelente profesional y la mejor decisión que tomé fue elegirlo como mi cirujano. Hoy es mi médico, mi héroe y la persona con quien sigo mi proceso. Él me alienta día a día a seguir avanzando y siempre está al pendiente, lo cual agradezco inmensamente.

Un desafío más

Me enviarían a radioterapias, lo cual me causó inquietud porque desconocía todo el procedimiento. Al iniciar radioterapia, las reacciones comenzaron a provocarme malestares: se me cerraba la garganta, tenía dolores de cabeza y un cansancio extremo; cada sesión me hacía sentir peor. Al término de las mismas, ya estaba totalmente delicada de salud. Recuerdo que la Navidad se acercaba y yo no tenía ganas de nada.

Mi familia me dio mi espacio y entendió que la estaba pasando muy mal, al grado de que mi oncólogo consideró enviarme al hospital. Terminé el año devastada y sin saber qué pasaría con mi salud. Las festividades habían dejado de ser importantes para mí; solo deseaba sentirme bien. Mi mundo se vino abajo. Pasadas la cirugía y las radioterapias, hoy sigo avanzando notablemente en mi salud y me siento increíble.

Agradezco a Guillermo Peralta su profesionalismo y calidad humana. Sé que, hoy por hoy, camino junto a él para lograr mi salud.

Dr. Guillermo Peralta

• Cirugía General de Mínima Invasión
• Mastología
• Alta Especialidad en Enfermedades de la Mama

Hospital Ángeles Centro Sur