Más estrellas

Sigamos con el tema de las relaciones, que nunca nos cansamos de hablar. Es lo que siempre sucede en un café con tus amigas, son terapéuticos, aunque a veces después de 4 horas de chismecito en donde crees estar resolviendo al mundo, uno acaba donde empezó y no resolvió nada. Entrar al mundo de las relaciones es complejo, es como entrar a un laberinto que no sabemos si tiene salida. Pero la realidad es que sí la tiene, y está en nosotros, en nuestro interior. ¿Somos el reflejo de nuestras relaciones? ¿Qué tenemos que aprender a través de las relaciones? 

En astrología existe un método que llamamos Sinastría, la palabra viene del griego “syn” que significa ‘más’ y de “astron” que significa ‘estrella’, lo que podría entenderse como “más estrellas”. Y si nos vamos a la teoría de que todos somos uno, una sola consciencia, con un solo origen y que de ese origen salen todos los impulsos del alma sería más fácil entender las relaciones. 

La Sinastría consiste en la comparación de dos cartas natales que nos permite estudiar la relación entre dos personas, su afinidad, atracción, compatibilidad, puntos en común, puntos conflictivos, intereses, cómo se comunican, qué vienen a aprender, si es una relación kármica, si viene de vidas pasadas, entre otras cosas. La podemos aplicar en cualquier relación, con papá y mamá, hijos, socios, parejas, amigos, amantes, parientes y compañeros. Entender el comportamiento de una relación, nos ayuda a no juzgar al otro ni a nosotros, nos da los posibles comportamientos que cada uno tiene; esto nos sirve para tener una relación más armónica, observando cuáles son los aspectos que desarmonizan la Sinastría y poder trabajar en ello. 

¡Qué fascinante es el mundo astrológico! Y pensar que todas las noches el cielo nos habla, que a través de esta maravillosa herramienta podemos encontrar respuestas y resolver el mundo en esos cafés con las amigas de 4 horas, esto realmente nos ahorraría años de terapia. Les quiero dar un ejemplo que salió en uno de estos cafés, en donde una amiga no dejaba de quejarse porque su pareja no le demostraba el amor como ella quería, y fue entonces que me cuestioné, ¿por qué las mujeres siempre esperamos más del hombre? ¿Por qué los hombres dicen que a las mujeres hay que quererlas, no entenderlas? ¿Por qué cuándo nos preguntan qué tienes decimos “nada”, cuando en realidad tenemos “¡todo!”? ¿Por qué los hombres son de Marte y las mujeres de Venus? Y así me seguí cuestionando, en segundos comenzaron a llegar las respuestas… y le dije desde mi lenguaje astrológico, sin justificar a su pareja, simplemente buscando el entendimiento. Somos estrellas con mandalas diferentes, eso nos hace únicos y especiales. Cada uno tiene su forma y en el momento en el que observes cómo tú tienes la tuya y él la suya, su relación podrá fluir diferente, porque le dejas de exigir algo que él no te puede dar como tú quieres. Porque la única forma en la que un sol en Tauro, luna en Tauro y quién sabe cuántos planetas más en Tauro, demuestra que el amor es por medio de la materia, te va a regalar las cosas que te gustan, te va a llevar a comer rico, a viajar con las mejores comodidades posibles, ¡te va a tratar como una reina! Y mientras le explicaba su cara cambió, empezó a hacer consciencia de todas las veces que él le demostró el amor a su forma.

Este es un ejemplo de muchos que puedo dar contestando todas las preguntas que me hice, cada relación es diferente. Te invito a que descubras todo lo que hay detrás del mundo de tus relaciones, cómo te relacionas con el entorno, cómo te comunicas, cómo confrontas tus emociones, cómo es tu relación con mamá, con papá, con tus parejas, amigos y con el mundo. El mundo necesita más relaciones sanas. Más estrellas en armonía.

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