Suplementos: ese empujoncito que todas necesitamos y a veces no nos damos

Voy a ser honesta contigo: hubo un tiempo en el que yo pensaba que con comer “más o menos bien” ya era suficiente. Que si tomaba suficiente agua y usaba una buena crema, mi piel, mi energía y mi cuerpo iban a estar bien. Pero no fue así.

Empecé a notar que por más que durmiera, me sentía cansada. Mi piel estaba apagada, mis uñas quebradizas y, aunque intentaba mantenerme activa, sentía que algo no estaba del todo en equilibrio. Ahí fue cuando conocí los suplementos… y no, no hablo de pastillas milagrosas, sino de aliados reales que me ayudaron a recuperar lo que mi cuerpo estaba pidiendo a gritos.

Té verde: más que una bebida “fit”

El té verde se convirtió en parte de mi rutina no solo por sus beneficios antioxidantes, sino porque me da esa sensación de ligereza y energía sin necesidad de recurrir al café todo el día. Además, me ayudó muchísimo con la digestión y con esa inflamación que a veces no sabes de dónde viene. Es noble, natural y real.

Colágeno: mi piel lo agradeció antes que yo

Este fue un antes y después. Lo empecé a tomar por recomendación y, al principio, fui escéptica. Pero pasaron unas semanas y empecé a notar cambios: mi piel se sentía más firme, mi cabello más fuerte y, lo que no esperaba, mis articulaciones dejaron de dolerme después del ejercicio. No es magia, es que nuestro cuerpo lo necesita y ya no lo produce igual.

Omega 3: el gran olvidado que lo cambia todo

Este sí que lo subestimé. Pero una vez que lo integré, mi concentración mejoró, mi piel se volvió menos reactiva y mi ánimo se estabilizó. No sé cómo explicarlo, pero es como si el cuerpo respirara mejor. Es de esos suplementos que parecen invisibles pero te hacen un bien profundo.

Esto no se trata de modas, se trata de ti

No te estoy diciendo que tomes todo, ni que llenes tu alacena de frascos. Te estoy diciendo que si sientes que algo no está bien, si te falta energía, si tu piel te está pidiendo ayuda, si tú misma sientes que no estás al 100… quizás tu cuerpo necesita algo más.

Y si no sabes por dónde empezar, escríbeme. No te lo digo desde la teoría, te lo digo porque yo también estuve ahí. Y si algo he aprendido, es que cuando empiezas a cuidarte desde adentro, todo empieza a fluir mejor: la piel, la energía, el estado de ánimo… tú.

Guiita Montes

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@yosoybonitaconguiita

Escríbeme, platicamos y vemos juntas qué te puede funcionar. Porque sí, se puede sentirte bien otra vez. Y lo mereces.