Yoga para niños
Mamá, Wellness¡Hola! Ahora, tratándose de el mes del niño hablemos de yoga para niños y por qué es una buena opción para el desarrollo de los pequeños de la casa.
Muchos tenemos la idea de que el yoga solo es para los adultos y la verdad es que entre más temprano en nuestras vidas se inicie esta práctica mayores los beneficios.
Normalmente nos preocupamos por mantener a nuestros hijos en actividades de alto rendimiento para quemar energía o destacar sus habilidades físicas, y no está mal, todo es válido y perfecto. Pero qué mejor complemento que de la mano de estas actividades le agregaras algo que le puede dar además de fuerza, flexibilidad una paz mental e integración a su entorno.
Las clases para niños son diferentes a las de un adulto; en éstas se integran juegos físicos que hacen que conozcan su cuerpo y lo conecten con su mente, trabajando la meditación activa.
Estas clases se recomiendan que tengan una duración de 30 a 45 min dependiendo del rango de edades.
Lo más recomendable es que dentro de este tiempo se integren los siguientes puntos.
- Posturas de yoga.
- Unos minutos de ejercicios respiratorios.
- Relajación (5 minutos).
- Unos minutos de concentración/meditación, si es posible.
Las posturas o asanas se trabajan desde la inspiración de las plantas y la naturaleza como animales o formas para que les facilite recordarlas.
Cultiva una actitud positiva basada en la atención bien establecida, la tolerancia, el respeto y la buena relación con uno mismo y los demás. Esto le será de indudable utilidad a lo largo de los años.
Aquí están algunos de sus beneficios.
- Serena el cuerpo y la mente inquieta.
- Mejora la salud del cuerpo, desarrolla la flexibilidad y fuerza.
- Mejora la coordinación.
- Mantiene la sensación de calma.
- Quita dolores musculares y de órganos específicos.
- Libera la ansiedad y los miedos, las angustias y obsesiones.
- Concentra la mente para poder rendir mejor en las tareas cotidianas y los estudios.
- Aclara los sentimientos.
- Trabaja la fuerza de voluntad.
- Fortalece el carácter y la disciplina.
- Produce alegría y confianza.
- Desarrolla una relación íntima con el mundo natural que les rodea y una gran autoconfianza.
- Promueve el respeto hacia el medio ambiente, la paz y el amor.
Estos son algunos de los beneficios, contando con muchos más. Pero lo más importante es que nuestros peques se sientan en un espacio seguro y felices.
Como siempre, busca lugares con espacios y gente capacitada para tu seguridad y la suya.
Por: Paola Olguín