Pospuse mi vuelo para mañana

Pospuse mi vuelo para mañana.Parecía algo sin importancia, un simple cambio de fecha. Pero mientras cerraba la maleta, me quedé pensando en cuántas veces hacemos lo mismo con la vida: posponemos.

Posponemos sueños, decisiones, conversaciones.Nos convencemos de que todavía hay tiempo, de que el momento ideal llegará cuando todo encaje, cuando haya menos caos, cuando sintamos menos miedo.

Pero la verdad es que el tiempo nunca avisa. Y mientras esperamos, la vida sigue pasando.

Emprender me ha enseñado eso: que quien espera demasiado, pierde impulso. Que los proyectos no nacen cuando todo está listo, sino cuando decidimos dar el primer paso, aunque no sepamos bien a dónde nos llevará.

Cada día que postergas, algo dentro de ti se apaga un poco.

Y cada vez que te atreves, aunque no sea el mejor momento, algo en ti despierta.

A veces pensamos que el riesgo está en avanzar, cuando en realidad, el verdadero riesgo está en quedarnos quietas. 

Porque los sueños también se enfrían, las oportunidades se diluyen y la pasión se oxida si no se usa.

No sé si mañana será mejor que hoy.

Lo que sí sé es que cada vez que he decidido “volar”, la vida me ha mostrado que el momento perfecto era ese: el ahora.

Así que si tienes algo pendiente, hazlo hoy.

Porque tal vez ese vuelo que pospones… era el que iba a cambiarlo todo.

Nos vemos en la siguiente edición. 

Sofía Ontiveros 

@lunadesalem