El cuidado de la piel a temprana edad

¿Hemos escuchado alguna vez algo como “A ti no te hace falta, eres demasiado jóven”? Es cierto que el envejecimiento de la piel y la aparición de arrugas son algunas cuestiones que más nos preocupan a las mujeres, pero es una preocupación tardía.

Antes de los 30 años nuestra piel está lo suficientemente fresca y luminosa como para tenerla en cuenta dentro de nuestras prioridades. Esto es un error de base que nos pasa la factura con el paso del tiempo.

En cada franja de edad nuestra piel tiene necesidades distintas. Evidentemente, un rostro joven requiere menos dedicación, todavía exento de arrugas y marcas de expresión que irá acusando con el paso del tiempo.

No obstante, cada envejecimiento es único, no es cuestión de edad.

Antes de que se produzcan los primeros signos, como las arrugas o la flacidez cutánea, la piel requiere de cuidados preventivos. Por eso, el cuidado de la piel debe comenzar desde una edad temprana. Debemos incorporar una rutina de limpieza, hidratación y protección solar. Para ello, elige productos que proporcionen beneficios específicos adaptados a tu tipo de piel: normal, seca, mixta o grasa. De tal forma, tus rituales de cuidado de la piel serán más agradables y efectivos.

Usa desmaquillante, jabón apropiado a tu piel, loción tónica, exfoliante, loción hidratante y nunca olvides el protector solar (todos los productos apropiados para tu tipo de piel).