Los Ciclos de la Mujer y La Luna
Autoguía, WellnessExisten muchas leyendas donde la luna es representada por la feminidad en sus ciclos. A mí me parecían un poco ridículos estos temas, ya que mis creencias no me permitían creer en la magia de la tierra, de la vida, pero hoy te puedo decir que me he convertido en una fanática de los ciclos de la luna, porque en todo momento nos hablan.
La Luna cumple con un ciclo alrededor de 28 días en dar una vuelta completa a la Tierra, el ciclo menstrual de la mujer también es aproximadamente de 28 días. Los ciclos de la luna se conectan a los nuestros en las cuatro fases lunares: luna nueva, cuarto creciente, luna llena y cuarto menguante.
En la Luna Nueva. Invierno. Menstruación: Es una fase de reflexión, oscura por excelencia, para poder hacer una pausa, introspección y poder estar contigo. La mujer elige estar consigo misma porque está más sensible y tiene la posibilidad de conectar mejor con ella. En esta fase la intuición no falla, por eso se recomienda el silencio, quietud y meditación. Aquí la mujer recicla su energía para reponerse para comenzar con mucha más vitalidad
Luna Creciente. Pre ovulación. Primavera: Después de que la mujer tiene su luna (ciclo menstrual) es entonces donde la mujer está renovada, tiene mayor energía física. Hay una capacidad para concentrarse y de planificación. Se fortalece la mente y los pensamientos suelen ser más claros. Las emociones se estabilizan y la energía vital mejora considerablemente. En esta etapa socializa más la mujer y suele divertirse, porque se siente bien.
Luna Llena. La ovulación. Verano: En esta fase la mujer está expresiva, sociable, empática y brillante. Su entrega y su creatividad está en su máxima potencia. Es donde la mujer está más fértil en todos los aspectos como: proyectos, embarazo, etc. Su seguridad y su autoestima están en un nivel donde pocas veces es afectado.
Luna menguante. Pre menstruación. Otoño: Aquí, la energía física empieza a sentirse mermada y empieza la necesidad por limpiar y soltar aquello que genera toxicidad. Disminuye la memoria y capacidad para concentrarse, ya que los deseos, miedos y necesidades se ven cuestionados. En esta fase se sugiere mucho sanar y cuestionarse sobre el proceso de crecimiento.
Es aquí dónde me gustaría que reflexiones qué tan consciente eres de tus fases, cambios y la forma en cómo te conectas contigo misma. Tu sabiduría interior siempre indica cuándo, cómo y la forma de tu sentir. Tu cuerpo habla lo que tus emociones callan, así es que te invito a que te observes, te conectes; entendamos juntas todos los beneficios que tenemos al conocernos y relacionarnos con lo más sagrado que tenemos, que es nuestra feminidad, y la mejor forma de manifestar nuestra forma de sentir es a través de la luna.
Conócete,
Aprende,
Ábrete y
Ámate.